HISTORICISMOS DE LA ARQUITECTURA NOVOHISPANA
Javier Gómez Martínez
Reseña: Tony Velasco
La arquitectura construida en México durante el periodo virreinal y en especial la edificada dentro de las formas y el gusto barroco ha sido objeto de estudio académico quizá desde las exploraciones de Manuel Toussaint en sus “Paseos Coloniales”. Desde entonces la lista de textos eruditos, clasificatorios, instruidos e instructores de la arquitectura y de la historia del arte proliferan respecto a la arquitectura que protagonizo los Siglos XVI y XVII. La arquitectura barroca, para algunos deleznable por estar envuelta en el aura de la leyenda negra mexicana, para instituciones y academias es parte indiscutible del patrimonio arquitectónico de México, y para los más, es la arquitectura escenario religioso de las tradiciones más importantes de la cultura mexicana. Para darnos una idea del protagonismo de la arquitectura barroca en México, podemos pensar en las catedrales de las ciudades más grandes del país, encontraremos una expresión barroca contundente.
Al reflexionar sobre las condiciones de que propiciaron la arquitectura barroca en México, es natural pensar que como arquitectura adecuada a su contexto no pudo cuando menos ser reflejo de la inmensa diversidad cultural a la que corresponde. Por otra parte, al barroco en todas las otras artes además de la arquitectura le interesó, sobre todo, innovar, destacar y exagerar. Dese ahí las expresiones se multiplicaron por región, por contexto, por temporalidad, por idiosincrasia, por materiales y demás.
La historia de la arquitectura a principios del SXX como una disciplina nueva junto con la de la historia del arte, no pudo evitar considerar la historia del barroco en México como un episodio importante para la historia de la arquitectura del país. Sin embargo, la aproximación a su estudio es igual de compleja, que el mismo barroco. Ahora un siglo después del inicio de su estudio, la historiografía acumulada comprende, comparaciones, clasificaciones, análisis formalistas, materialistas, estilísticos. Cada aportación es importante para la comprensión de la arquitectura barroca en México, sin embargo, el libro de Javier Gómez Martínez, “Historicismos de la Arquitectura Barroca Novohispana” logra dar un salto de los análisis formalistas a los contextuales, y quizá hasta ahora la mejor manera de consolidar la comprensión de la arquitectura barroca en México considerando su diversidad.
En los apartados del libro Javier esquematiza la situación teórica de la historia de la arquitectura barroca en México, inmediatamente después, propone referencias globales sin caer en comparativas euro centristas que ya abundan en la historiografía actual. Sus referencias corresponden al plano ideológico y filosófico de la época y una vez expuestas abren el panorama de posibilidades para nuevas miradas a la arquitectura barroca en México. Desde una perspectiva transatlántica y transdisciplinar al encontrar que el barroco novohispano es cercano a los avances científicos europeos, pero con una correspondencia local criolla interesada en posicionarse como una sociedad con capacidades propias.
Con estas reflexiones, la arquitectura novohispana criolla, adquiere una nueva dimensión, pues va más allá de los formalismos y las valoraciones arquitectónicas para exaltar su valor filosófico, ideológico, social y cultural. Con una crítica contundente a la historiografía y con una propuesta de avance, es como la historia de la arquitectura en México puede continuar su desarrollo hacia nuevas visiones de los edificios más emblemáticos de los siglos XVI y XVII. De la arquitectura que corresponde al momento en que Nueva España fue el centro del mundo. La arquitectura barroca novohispana, resurge del pasado libre del prejuicio formal.
El libro es generosamente compartido por el autor, en su perfil de Academia.
Gómez Martínez, Javier. 1998. Historicismos de La Arquitectura Barroca Novohispana. México: Universidad Iberoamericana.